lunes, 12 de mayo de 2008

gente sin alma

O la gracia de algún desalmado se podría decir, pero lo que se pudo ver ayer en la segunda carrera de GP2 en Turquía es como para llevarse las manos a la cabeza.
De repente vimos a Bruno Senna con el morro del coche destrozado y pensamos que habría sufrido algún incidente propio de las carreras de GP2, pero cuando nos repitieron las imágenes, nos quedamos helados. ¿Qué hacen dos perros corriendo por la pista en plena carrera? ¿Quién los llevó y quién los soltó?
Aparte de lo que le sucedió a uno de los animales, podría haber sucedido una desgracia para cualquier piloto. Todo por culpa de algún imbécil sin neuronas, que ya que quería poner en peligro la disputa de la carrera se podía haber metido él mismo en la pista.
Nos queda el consuelo de que el perro atropeyado murió en el acto y que el piloto lo único que sufrió fue pena por el animal.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno, en contra de mis creencias, parece ser que eran perros salvajes. Aun así, raro me parece que dos perros salvajes entren así como así a un recinto como ese, y menos aún entrar a la pista, a la hora de las carreras, con el perímetro lleno de comisarios y trabajadores. No sé, no sé.
Un besazo.